LIGA JUVENIL CASTILLA Y LEÓN
CARTA DE UNA JUGADORA
Foto; Facebook María Sánchez
Ayer abrí mi correo electrónico como cada mañana y vi un correo cuyo asunto decía: MI HISTORIA. Lo abrí y leí cada una de las líneas. Es una de esas misivas que te llega, perfectamente escrita -algo muy complicado hoy en día en jóvenes de 17 años-, y con mucho sentimiento. Era María Sánchez Tabernero, una jugadora de balonmano. Una DEPORTISTA.
Mi nombre es María. Te escribo desde Salamanca para contarte una historia de VALORES, ya no deportivos sino humanos. Antes, he de decirte que leí tu artículo (y varias opiniones de lectores) sobre la polémica de la pega en el Seis do Nadal - Base Villaverde. Me enteré de la historia por la portera madrileña, y me pareció sencillamente fabuloso que lo publicaras y difundieras. No voy a criticar opiniones sobre esas personas que, prácticamente, culpan a la jugadora por sufrir alergia. Eso sí, no les deseo pasar por un shock anafiláctico.
Hablo desde la experiencia cuando califico ese momento de horrorosamente agobiante. No sabes si va a ir a más, si te vas a quedar sin respiración. Hay pastillas, sí. Pero aún así, cuando yo lo sufro necesito una inyección inmediata de Urbasón para frenar la segregación de histamina.
Quiero darle la enhorabuena a Lorena [Montilla] por seguir luchando por su equipo incluso en medio de la reacción, cuando el sudor y el calor no ayudan.
Mi caso no se trata de una alergia exactamente. Es una urticaria colinérgica, también llamada "alergia al ejercicio". ¿El mecanismo? Extraño. Mi propio sudor o un aumento de la temperatura corporal me provocan considerables reacciones alérgicas. A veces una simple modificación del metabolismo celular puede provocar estos sucesos. Comer antes o después de un partido, estar baja de defensas, dormir poco,... No lo sé. A veces pasa y a veces no.
Solo sé que si pasa, toca repetir siempre el mismo mecanismo: tomar una pastilla de Polaramine al instante, ducharme rápido y corriendo a Urgencias a que me inyecten por vía intramuscular.
Y aquí viene mi historia: hoy, día 19 de Octubre, empezaba la liga juvenil femenina de Castilla y León en el siempre difícil campo del BM Aula Cultural con mi equipo, Balonmano Ciudad de Salamanca.
Notándome extremadamente cansada en el calentamiento, decido tomarme una pieza de fruta buscando una fuente rápida de glucosa. Sobre el minuto 20 de la segunda parte, lo noto. Comienza el picor en cuello y orejas y sé que me ha tocado tener mala suerte una vez más. Nada más acabar el partido sigo mi procedimiento habitual y me doy cuenta de que he olvidado la tarjeta sanitaria en Salamanca. Un problema añadido que, finalmente, se solventaría "sin mayores inconvenientes". En este momento, el entrenador del equipo contrario se ofrece a llevarme amablemente al centro de salud abierto más cercano con servicio de Urgencias. Todo esto tras preguntar cuál puede estar abierto un domingo por la mañana. Otro trabajador del club aporta el coche y en menos de cinco minutos estamos en Urgencias. Cinco minutos más de papeleo y finalmente recibo la inyección. Al no presentar la tarjeta de la Seguridad Social, el procedimiento correcto es rellenar unos documentos y presentarlos en ese mismo centro de salud junto con una copia de la tarjeta.
Notándome extremadamente cansada en el calentamiento, decido tomarme una pieza de fruta buscando una fuente rápida de glucosa. Sobre el minuto 20 de la segunda parte, lo noto. Comienza el picor en cuello y orejas y sé que me ha tocado tener mala suerte una vez más. Nada más acabar el partido sigo mi procedimiento habitual y me doy cuenta de que he olvidado la tarjeta sanitaria en Salamanca. Un problema añadido que, finalmente, se solventaría "sin mayores inconvenientes". En este momento, el entrenador del equipo contrario se ofrece a llevarme amablemente al centro de salud abierto más cercano con servicio de Urgencias. Todo esto tras preguntar cuál puede estar abierto un domingo por la mañana. Otro trabajador del club aporta el coche y en menos de cinco minutos estamos en Urgencias. Cinco minutos más de papeleo y finalmente recibo la inyección. Al no presentar la tarjeta de la Seguridad Social, el procedimiento correcto es rellenar unos documentos y presentarlos en ese mismo centro de salud junto con una copia de la tarjeta.
El entrenador del Aula se ofrece a proporcionarme su correo electrónico y a hacer él mismo los trámites cuando yo le mande la documentación necesaria. Al volver al pabellón, numerosos padres y componentes del Aula Cultural se interesaron por mí. Ahora mismo solo puedo darles las GRACIAS por todo. Por ser un club ELEGANTE y EJEMPLAR. Los éxitos llegan por algo, siempre. Desde dentro.
Las victorias y los títulos siempre importan, pero creo que este club debe sentirse orgulloso de que, para cualquier equipo, sea un auténtico placer jugar en su casa. Las comparaciones son odiosas. Por tanto, que cada uno saque sus propias conclusiones sobre ambas historias.
Conozco a esta chica, (no personalmente, pero vamos, no hace falta para ver que es una gran persona).No sabía nada de esta historia pero para mi lo que cuenta en esta carta es lo que debe ser el balonmano, un deporte en el que todos nos ayudemos los unos a los otros para que todos podamos participar y hacerlo más grande. Y ahí entra el Aula Cultural, un club que desde que he oído hablar de él ha demostrado ser más que eso, las jugadoras todas unidas luchando con ganas de mejorar día a día y que aceptan la exigencia del deporte con una afición espectacular (y no me extraña porque se preocupan de que sea así). Chapeau por María por contarlo y por el Aula Cultural por imponer interés en que la chica estuviese en perfectas condiciones a otras cosas.
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