CHAMPIONS LEAGUE
#EHFFINAL4 - FINAL
Foto: EHF Media
LARVIK HK 22-26 BUDUCNOST
La final de la mejor competición de clubes del planeta siempre es 'cinco jotas', las dos mejores escuadras del continente frente a frente. Las estadísticas, en este tipo de 'guerras', cuentan bastante poco, pero ambos conjuntos se habían enfrentado en 12 ocasiones -en Champions- desde el año 1997. El balance es favorable (7-4 con un empate) a las nórdicas. Pero esto era una nueva historia. Las balcánicas empezaron muy enchufadas, con la sexta velocidad puesta, y lograron un 0-4 en apenas cuatro minutos. A partir de ahí, apareció Nora Mork. El Buducnost estuvo casi siete minutos sin anotar hasta que Bulatovic lanzó un misil teledirigido a la escuadra de Toft. Pero en el minuto 12, los cuatro tantos de las noruegas habían sido de Mork. Sí, la primera línea de 167 centímetros. Esa. Las porteras exhibían sus mejores repertorios. El rigor arbitral de la pareja húngara quedó claro desde que en el minuto 3 excluyeran a Cvijic. Era curioso ver cómo la pivote montenegrina pedía perdón a los colegiados tras cada golpe franco. La retaguardia de Adzic, ahora sí con Lazovic en '3', era durísima y cuando Larvik conseguía situación de superioridad aparecía Woltering. Las de Gjekstad no estaban, no desplegaban su juego. Cinco goles en 20 minutos en una tarjeta de presentación ofensiva muy pobre para un equipo eminentemente ofensivo. De todas maneras, Bulatovic estaba imparable. Le entraba todo y eso se tradujo en la brecha que, progresivamente, se iba visualizando en el electrónico. Un contragolpe ejecutado, con rabia, por Mehmedovic establecía la máxima diferencia en el encuentro con seis goles de renta para las de Podgorica. Mucho tenía que cambiar la película si el Larvik quería levantar su tercera Champions en Budapest.
El guion que habían soñado en Montenegro se cumplía a la perfección. Golazos de Bulatovic, Neagu y Knezevic para poner el +8 en los primeros compases de la segunda mitad. Parecía imposible desde fuera. El Buducnost estaba realizando el partido perfecto. Cuando Larvik robaba un balón y corría el contragolpe, surgía la figura de la germana Woltering -que se pasó más de medio partido por encima del 50% de eficacia bajo palos-. Algunos datos que explican lo que le sucedió a las escandinavas el día menos deseado. Minuto 46 de compromiso y cero goles de jugadoras tan relevantes como Frafjord, Riegelhuth o Sulland. El desarrollo del choque fue muy similar a lo que le sucedió ayer al Vardar de Bego Fernández. Tras unos minutos de relajación montenegrina y aumento de intensidad defensiva noruega, Anja Hammerseng-Edin se echó el ataque de su equipo a la espalda y redujo la diferencia hasta los cinco goles. Bojana Popovic dirigía desde el banquillo la 'pájara' de sus jugadoras y llegó Knezevic. El tempo era lento, las posesiones de las blanquiazules eran muy lentas y el reloj seguía su curso. Algún pasivo Mork puso a su equipo a cuatro y Larvik defendía con doble mixta. Para que se produjera el 7-3 de parcial había sido determinante Toft. Pero no pudieron revertir una situación que se había antojado más que compleja. Justas vencedoras. Larvik solo jugó muy bien 20 minutos y eso, en una final, no es suficiente.
Por cierto, un detalle: todo el pabellón menos la afición del Buducnost apoyaba a las noruegas. Y a las protagonistas, gracias por brindar este espectáculo deportivo al mundo. Mucho nivel. Montenegro, un país que en el último lustro ha sido campeón de Europa selecciones y dos veces campeón de Europa de clubes.
FICHA TÉCNICA
LARVIK HK (8+14): Toft (12 paradas) y Hasanic (1 parada); Larsen, Hammerseng-Edin A (6), Hammerseng-Edin G ()1, Frafjord (1), Molid, Breivang, Mork N (10, 3p), Breistol (2), Johansen, Koren Riegelhuth, Sulland (1p), Mork T, Lund y Solberg (1).
BUDUCNOST (14+12): Woltering (14 paradas) y Zderic (1 parada); Petrovic (3), Neagu (3, 1p), Nikolic, Dalby, Rajcic, Bulatovic (7), Ramusovic, Cvijic (3), Mehmedovic (5), Despotovic, Pavicevic, Byzdra (1), Knezevic ()2 y Lazovic.
PARCIALES: 1-4/3-4/5-8/5-9/7-10/8-14 (descanso). 10-18/12-20/13-20/16-22/19-23/22-26 (final).
ÁRBITROS: Horvat y Marton (HUN). Excluyeron a Mork por el Larvik; a Cvijic (2) y Knezevic por el Buducnost. Delegados EHF: Carmen Manchado (ESP) y Antonio Goulao (POR).
CANCHA: Papp Laszlo Sportarena de Budapest ante casi 8.000 espectadores.
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