LIGA LOTERÍAS: MARÍA FRANCÉS
LAS PERLAS DE ARI - CAPÍTULO 1
Fotos: RFEBM / Vicen Muñoz / BM Alcobendas / José Mejía
Reportaje: Ari Cañameras
María Francés, lateral zurda del Helvetia BM Alcobendas, nació el 18 de abril de 1996 y tiene solo 19 años. Mide 178 centímetros y es una de las promesas que ya son realidad. Ha jugado ya 35 partidos en la máxima categoría del balonmano femenino español anotando 58 goles. Con la selección júnior disputó el Europeo en Valencia este pasado verano, aunque ha sido internacional promesas y juvenil (65 dianas en 18 confrontaciones).
Para María nada iba en serio. De pequeña descubrió que la natación se le daba “fatal” y, pese a que muchos intentaron que fuera una estrella del baloncesto, ella solo quería ser como sus tres hermanos mayores: deseaba disfrutar con el balonmano, pasar un buen rato. Pero nada iba en serio.
María empezó jugando en colegios hasta que llegó a Elda. “Jugaba porque quería hacer amigos”, asegura. Anhelaba jugar con la selección valenciana: era lo más difícil de alcanzar para ella. Pero nada iba en serio. Un día, Teresa, su hermana que también juega en la DHF, recibió la llamada de la selección española. “En aquel momento no entendía cómo funcionaban las cosas, y pensé: ¿esto qué es? ¿No nos habíamos apuntado para hacer amigos?”, asegura María. “Empecé a admirarla y a querer ser como ella. Fue una especie de impulso, y me planteé nuevos objetivos”. Y el balonmano empezó a ir en serio. Cuando jugó con la selección valenciana y comenzó a competir contra otras comunidades autónomas, María entendió que “esto iba en serio”… hasta que llegó la selección nacional. “Por muchas veces que vaya, aún no me lo creo. Parecía imposible llegar ahí”. Y, cuando el equipo de Elda se disolvió, María empezó a plantearse en serio seguir compitiendo a gran nivel. Y llegó Alcobendas. “Recuerdo que yo estaba en la playa cuando llamó Félix, el entrenador del Alcobendas. Mi madre se acercó corriendo y saltando… Me asustó. Gritaba: ‘¡María, que te vas a Alcobendas!’ Yo ni me lo había planteado, pero en tres días me fui a Madrid. No me lo creo todavía".
Félix García, su técnico, afirma que María “tiene mucho desparpajo, mucha valentía, no le importa nada, y le da un plus en la competición muy importante: es responsable de lo que hace pero tiene ese puntito de locura que le viene muy bien”. Pese a no haber jugado mucho el año pasado, María espera esta temporada “participar más con el equipo. Espero crecer mucho en la División de Honor Femenina y que esto me ayude a mejorar en la selección española: no estoy nada contenta con mi actuación en el Europeo de Valencia”. Es curioso ver que su mejor recuerdo es de un día que no pisó el 40x20: “cuando ganamos a Bielorrusia en el pre-europeo juvenil nos juntamos en el corro a saltar. No tenía la camiseta sudada, pero no me había sentido tan bien nunca”. María Francés va a empezar a estudiar en la universidad Lenguas modernas, Cultura y Comunicación, en inglés, y va a seguir jugando al balonmano de máximo nivel. La admiración por su hermana y su locura han hecho que llegue hasta donde está ahora… aunque nada iba en serio.
María empezó jugando en colegios hasta que llegó a Elda. “Jugaba porque quería hacer amigos”, asegura. Anhelaba jugar con la selección valenciana: era lo más difícil de alcanzar para ella. Pero nada iba en serio. Un día, Teresa, su hermana que también juega en la DHF, recibió la llamada de la selección española. “En aquel momento no entendía cómo funcionaban las cosas, y pensé: ¿esto qué es? ¿No nos habíamos apuntado para hacer amigos?”, asegura María. “Empecé a admirarla y a querer ser como ella. Fue una especie de impulso, y me planteé nuevos objetivos”. Y el balonmano empezó a ir en serio. Cuando jugó con la selección valenciana y comenzó a competir contra otras comunidades autónomas, María entendió que “esto iba en serio”… hasta que llegó la selección nacional. “Por muchas veces que vaya, aún no me lo creo. Parecía imposible llegar ahí”. Y, cuando el equipo de Elda se disolvió, María empezó a plantearse en serio seguir compitiendo a gran nivel. Y llegó Alcobendas. “Recuerdo que yo estaba en la playa cuando llamó Félix, el entrenador del Alcobendas. Mi madre se acercó corriendo y saltando… Me asustó. Gritaba: ‘¡María, que te vas a Alcobendas!’ Yo ni me lo había planteado, pero en tres días me fui a Madrid. No me lo creo todavía".
Félix García, su técnico, afirma que María “tiene mucho desparpajo, mucha valentía, no le importa nada, y le da un plus en la competición muy importante: es responsable de lo que hace pero tiene ese puntito de locura que le viene muy bien”. Pese a no haber jugado mucho el año pasado, María espera esta temporada “participar más con el equipo. Espero crecer mucho en la División de Honor Femenina y que esto me ayude a mejorar en la selección española: no estoy nada contenta con mi actuación en el Europeo de Valencia”. Es curioso ver que su mejor recuerdo es de un día que no pisó el 40x20: “cuando ganamos a Bielorrusia en el pre-europeo juvenil nos juntamos en el corro a saltar. No tenía la camiseta sudada, pero no me había sentido tan bien nunca”. María Francés va a empezar a estudiar en la universidad Lenguas modernas, Cultura y Comunicación, en inglés, y va a seguir jugando al balonmano de máximo nivel. La admiración por su hermana y su locura han hecho que llegue hasta donde está ahora… aunque nada iba en serio.
Dispone de un buen 1x1 con muy buena salida hacia el punto débil, poco vista en las jugadoras zurdas. Cada vez hace mejor el juego colectivo y la relación con los puestos colindantes, aunque todavía tiene que mejorar el trabajo defensivo. El club espera que continúe con su evolución y se convierta en uno de los pilares del equipo en el futuro.
El ConfesionARIo
Un referente del balonmano: Mi hermana, Teresa Francés
Un referente de la vida: Mi segunda hermana mayor, la admiro mucho
Una comida: Paella de marisco de mi abuela
Una película: ‘Troya’, de Wolfgang Petersen
Una serie: ‘Juego de Tronos’
Un libro: ‘Memorias de Idhún’, de Laura Gallego
Una canción: ‘Enchanted’, de Taylor Swift
Un grupo/cantante: Taylor Swift
Un número: 68 (Teresa lo llevó durante toda su etapa la base)
Un lugar: Playa de San Juan
Tu mejor virtud: Soy muy alegre
Tu peor defecto: Cuando me enfado no hay quien me haga cambiar de opinión
Un sueño: ¿Qué deportista no sueña con unos Juegos Olímpicos?
Un consejo: Lo que parece imposible, como que te llame la selección o te fiche un equipo de DHF, al final se cumple