DIVISIÓN DE HONOR
MERCADO DE FICHAJES
Foto: Sonia Salsamendi
Probablemente este haya sido uno de los mercados de fichajes más extraños de los últimos años. Debido a la crisis todo se ha retrasado mucho más y, de hecho, se han realizado fichajes a finales de agosto –cuando las pretemporadas ya están finalizando-. Se han marchado muchísimas jugadoras extranjeras y se ha ‘nacionalizado’ nuestra Liga de una manera brutal, las balonmanistas más cotizadas han emigrado a ligas europeas donde sí está garantizado el cobro.
Es muy complicado establecer cifras exactas, pero hemos revisado las plantillas de los 14 clubes que compitieron en División de Honor la campaña anterior y los tres conjuntos que han ascendido –teniendo en cuenta el intercambio de plaza entre Rocasa y Vícar y la desaparcición del Monóvar Urbacasas, cuya plaza ha ocupado el Kukullaga-. Los datos son muy clarividentes, sólo hemos contabilizado seis incorporaciones de jugadoras no nacionales a nuestra competición mientras que las salidas se sitúan en 36 –según nuestras cuentas-. ¡¡¡Más de 30 balonmanistas extranjeras han abandonado la Liga española!!! En los primeros seis clasificados del curso pasado ha habido 19 extranjeras que han abandonado los clubes españoles (sin contar las que han cambiado su destino dentro de nuestras fronteras) y sólo han arribado cinco balonmanistas no nacionales. Sólo Maja Zebic, Deonise Fachinello y Mirjana Milenkovic (CRO, BRA, MNE, Asfi Itxako), Antonella Mena (ARG, Bera Bera), Alina Isfan (ROU, Elda Prestigio) y Marina Curcic (SRB, Rocasa) son las seis extranjeras nuevas que van a competir en una Liga, la nuestra, cada vez con menos potencial. Emilia Turey, Oana Chirila, Natalia Kurbanova, Azenaide Danilo, Adriana Stefani, Ana Paula Rodrigues, Flavia Nascimento, Nanda da Silva, Linda Pradel, Ana Papak, Aline dos Santos, Katarina Tomasevic, Ana de Sousa, Wendy Obein, Milica Danilovic –retirada-, Lina Krhlikar, Mina Jelicic u Olga Kuprichenkova son sólo algunos de los nombres más relevantes que ya no disputaránnuestra competición doméstica.
Evidentemente, y como en todo, hay una lectura positiva. La oportunidad para las más jóvenes y la exhibición de las canteras de los clubes que las tienen, ya que no todos pueden ‘vacilar’ de cuidar la base. El potencial disminuye porque los equipos ‘tiran’ de jugadoras menores de 18 años, prueba de ello son las plantillas de Elda o Elche, entre otras.
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